martes, 13 de octubre de 2009

Y si al alba somos dos desconocidos, ¿qué haremos?

Imagínanos. Son las 4 y media de la mañana y nos hemos conocido hace apenas dos horas. No tenemos un futuro que echar a perder, ni una relación por la que temer, ni un pasado que olvidar. Ninguno de los dos tiene ataduras: ni amor, ni amistad. Sólo una mañana que compartir, un amanecer que no miraremos. Simplemente sentiremos la luz en nuestros cuerpos, ventana abierta para sentir la brisa mañanera. Lo quieres. Lo deseas. Lo notas. Lo sientes.


Cuántas ataduras sufrimos... Me encantaría no pensar en las consecuencias del futuro. Volver a sentir aquello que, a la vez, me da miedo. Me encanta sentir el riesgo de vivir, y a veces las cosas van demasiado despacio para mi... y me hace sufrir. Soy esclavo de la intensidad, necesito darle mucho ritmo a mi vida. Es momento de actuar, de pensar menos, de mandar a tomar por culo las reflexiones que tan poco aportan. Quiero ser capaz de subir a mi nube de la ignorancia, donde no pienso en el futuro que nos podría esperar. En esa nube sólo existe el presente, el aquí y el ahora. Como mucho, el "dentro de una semana". Y tú, ¿quieres subirte a mi nube?


Sacado del blog de un tal Sykler
.

No hay comentarios: